En esta fiesta, las diez vírgenes tenían que estar preparadas, con las lámparas encendidas y suficiente aceite para esperar al novio que venía para las bodas.
La mitad de ellas era prudente y la mitad descuidada. Las prudentes llevaron suficiente aceite, las otras no.
En esto vemos que hay una clara diferencia entre los dos grupos.
El novio no llegó sino hasta la medianoche, y esto hizo que se quedaran dormidas todas. Al oír el grito de que venía el novio, se despertaron.
Sin embargo las descuidadas vieron que no tenían suficiente aceite y les pidieron a las prudentes.
Pero las pudentes no les dieron pues no alcanzaría para ambos grupos, y les dijeron que fueran a comprar. Mientras fueron a comprar, vino el novio, entraron las prudentes, se cerró la puerta y cuando llegaron las otras el respondió que no las conocía.
Y se cierra la Parábola con la advertencia:
"Vigilad pues que no sabéis el día ni la hora"(Mt.25,13)
¿Qué podemos observar aquí?
- El hecho que 5 doncellas eran prudentes y 5 descuidadas.
- El hecho que el novio se tardó en llegar y luego apareció cuando estaban dormidas.
- El comportamiento diferente de ambos grupos.
- La suerte diferente de ellas.
- La sentencia final.
Cristo nos llama a ser prudentes; pero, ¿en qué consiste ser prudente? Él nos lo indica en Mt. 7, el prudente es quien oye la Palabra de Dios y la pone en práctica. El imprudente es quien oye la Palabra de Dios y no le hace caso.
Nos dice que al final él llegará y solamente los sensatos entrarán en la fiesta de bodas.
Nos invita a estar atentos, y a vigilar, pues no sabemos el momento en que llegará.
Nos pide, también responsabilizarnos. Nadie puede darnos aceite, significa que nadie puede cumplir con nuestras responsabilidades y que nadie puede cumplir la voluntad de Dios en nuestras vidas por nosotros. Cada uno rendirá cuentas de sus propios actos.
¿A cuál grupo perteneces?
¿A cuál quieres pertenecer?
Lo importante es como hayas sido en el pasado, lo importante es que en el momento presente seas pudente, según lo pide el Evangelio. Y que cuando Jesús venga te encuentre con la lámpara encendida y suficiente aceite.
A continuación te presento un vídeo, del Blog del Padre Martín Ávalos, donde se presenta este evangelio.
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Dios te bendiga.
Esa es una lectura muy hermosa; pues realmente nos enseña que debemos ser prudentes y estar preparadas para la venida del Señor. Te felicito, tenés muchas lecturas interesantes en tu Blog. Sigue adelante. Con la ayuda del Señor. Bendiciones desde Paraguay
ResponderEliminarAsí es Tania, con el Señor todo lo podemos; sin él no podemos nada. Lo verdaderamente cierto es que nunca nos abandonará.
ResponderEliminarSaludos desde Venezuela