Jesucristo: Buena Noticia de Salvación

¡Una Buena Noticia! ¿Quisieras recibir una? ¿Te daría alegría? Por supuesto que sí. Siempre es agradable recibir buenas noticias.

Pues te voy a dar la mejor de las noticias y no es exageración:

¡Tienes un Salvador, un Mesías, un Señor: Cristo Jesús!

No temas acercarte a Él, no dudes en buscarlo, no pienses que no es para ti.

Todo lo contrario ha venido para todo hombre y para todo el hombre. Incluyéndote a ti, a todos.

“Pues tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él” (Jn. 3,16-17)

Ha venido para darnos vida.

El Hijo eterno del Padre, la Palabra Eterna de Dios se despoja de su condición de Dios para hacerse un hombre entre los hombres sin dejar de ser Dios. Es verdaderamente Dios y verdaderamente hombre.

¿Todo para qué? Para que seamos salvados de nuestros pecados.

De esta manera podemos afirmar que:

·         Jesús es Cristo

·         Jesús es Señor

·         Jesús es Salvador

·         Jesús es Hijo de Dios

Jesús nos obtuvo la salvación a un altísimo precio, a un precio de sangre, por medio de la gran humillación de la cruz. Pagó por nuestros pecados los castigos que nos correspondían a nosotros y a toda la humanidad.

No dudó en entregarse a la muerte, y fue muerto y sepultado; pero al tercer día RESUCITÓ.

¡Y ESTÁ VIVO!

Y prometió quedarse con nosotros todos los días hasta el fin de los tiempos.

Todo esto lo hizo por amor, en absoluta libertad.

 Jesús es la buena noticia. Jesús le da sentido a la vida. Jesús es la felicidad para quien se ha encontrado con él y tiene una relación personal con él.

Tener una relación personal con Jesucristo, tener una relación de verdadera amistad con él, comprometerse con su causa, agradecerle y  corresponderle el amor con que nos amado. Ser fieles a su palabra. Estar en comunicación con él en todo momento. Ser testigos de su vida y resurrección dará un vuelco total a nuestras vidas.

Tu salvación ha sido obtenida por Cristo.

¿Te quedarás indiferente frente a él?

¿Lo buscarás insistentemente?

¡Una buena noticia te ha sido anunciada, de ti depende que llegue a ser motivo de felicidad plena!

¡Vale la pena seguir a Cristo!