martes, 18 de septiembre de 2012

¿Como venerar a la Santísima Virgen María?





¿Cómo  venerar  a  la Santísima Virgen María?

El culto de adoración sólo debe ser dado a Dios, eso es indiscutible.

El culto de veneración debe ser dado a los ángeles y los santos.

El culto mariano debe ser de:

  •        Veneración: una veneración suprema  por su dignidad de Madre de Dios y de Madre nuestra.
  •     Amor: Si es Madre de Dios y Madre nuestra, ¿Cómo no amarla?, ¿Cómo amar a Cristo, sin amar a su Madre?, ¿Cómo no amarla, si los discípulos de Cristo somos llamados al amor?
  •       Invocación: María es intercesora ante nuestro Señor Jesucristo, tal como lo hizo en las Bodas de Caná (Jn 2, 2-12); entonces, debemos invocar su intercesión, ella está siempre atenta.
  •        Imitación: imitarla en su obediencia al Padre, en su amor al Hijo, en su docilidad al Espíritu Santo. En su solicitud ante su prima Isabel, necesitada de ayuda; en el amor y cuido hacia su familia de Nazaret; en su silencio y oración; en su solicitud con el prójimo. En su escucha a la Palabra de Dios y en su Fe firme.

Es así como debemos venerar a la Santísima Virgen. Al amarla y venerarla, amamos y veneramos a su hijo y, por supuesto al Dios vivo, porque Jesús es Dios.

¿Cómo se venera a María Virgen en la Sagrada Escritura?

¿Se venera a la Virgen en la Sagrada Escritura?

Sí, así es. Veamos:

  •     Lucas 1, 28: El saludo del Arcángel Gabriel a la Virgen es este: “Dios te salve, llena de Gracia”. El Arcángel indica que está llena de la Gracia de Dios y por esto la venera.
  •     Lucas 1, 42-43: Santa Isabel, prima de María, la alaba y se estremece ante su presencia en su casa: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre ¿de dónde a mí que venga a verme la Madre de mi Señor?”
  •    Lucas 1, 48-49: la misma Virgen alaba a Dios diciendo: “He aquí que me llamarán Bienaventurada todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho maravillas en mí” Es el Señor Dios quien ha hecho la gran obra en ella y así lo reconoce.
  •     Hechos 1,14: Los Apóstoles perseveraban en Oración con la Madre de Jesús, en aquella Primera Comunidad Cristiana.

Acojamos, pues, nosotros a la Bienaventurada, a la llena de Gracia, a la Madre del Señor con veneración y amor, invocándola e imitándola.

¿De qué forma veneras a María Santísima? Comparte con nosotros, en los comentarios.

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3 comentarios:

  1. Felicidades por tu sitio Flor Emperatriz.. todos los días me doy una vueltita por acá, gracias por compartir buenas noticias y cosas positivas , sigue así y que vengan muchos años de crecimiento y éxito para tu blog , para tí y para todos los tuyos.

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  2. Esteban gracias por visitar mi blog con frecuencia y por tus buenos deseos. Me alegro de que mi labor pueda ser de utilidad para tí.Tus palabras me animan a seguir adelante. ¡Que Dios te bendiga abundantemente!

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  3. 3a. parte
    Respeto a María El hecho de que la Palabra de Dios no nos enseñe a dirigir nuestras oraciones a María de ningún modo representa una falta de respeto por su papel en el cumplimiento de los propósitos divinos. Las bendiciones que se otorgan mediante su Hijo resultarán en el bien eterno de la humanidad obediente. “Todas las generaciones me declararán feliz”, expresó ella misma, donde nos menciona lo de su prima es totalmente cierto solo que es Elisabet no Isabel..... la pronunció “bendita [...] entre las mujeres”. ¡Y sí que lo fué! María tuvo el maravilloso privilegio de ser elegida para dar a luz al Mesías (Lucas 1:42, 48, 49).Sin embargo, María no es la única mujer a quien las Escrituras llaman “bendita”. Por sus actos en favor de la antigua nación de Israel, de Jael también se dijo que sería “muy bendita entre las mujeres” (Jueces 5:24). Jael y María, así como muchas otras mujeres fieles y devotas mencionadas en la Biblia, son, sin duda alguna, dignas de imitar, no de venerar. María fue una discípula fiel de Jesús. Estuvo presente en varias ocasiones mientras él realizaba su ministerio terrestre, y también en el momento de su muerte. Tras la resurrección de Cristo, María y los hermanos de él “persistían de común acuerdo en oración”. Lo antedicho nos da razones para creer que, como ellos, también fue ungida con espíritu santo en el Pentecostés del año 33, por lo que tiene la esperanza de formar parte de la clase de la novia que reinará con Cristo en el cielo (Mateo 19:28; Hechos 1:14; 2:1-4; Revelación [Apocalipsis] 21:2, 9). Así que nada de lo que acabamos de mencionar nos autoriza a dirigir nuestras oraciones a María. Las oraciones que nacen del corazón constituyen un rasgo esencial de la adoración, por lo que a los cristianos se nos exhorta: “Perseveren en la oración” (Romanos 12:12). No obstante, toda expresión pronunciada en actitud de adoración debe dirigirse solo a Jehová mediante Cristo Jesús (Mateo 4:10; 1 Timoteo

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