Tweet
El más grande amigo, que
nosotros podemos tener es Jesucristo, el Señor. Es el amigo que nunca falla,
quien siempre permanece fiel, a pesar de que nosotros le fallamos a diario.
¡Cuán heridos nos sentimos
cuando nos sentimos defraudados por un amigo! Y más aún, cuando ese amigo es más apreciado
por nosotros
Pero no hay quien nos ame más que Jesucristo y, sin
embargo… le fallamos.
Aspiramos fidelidad de los
demás, cuando nosotros mismos, no somos fieles.
Hay que reflexionar sobre
esto, hermanos queridos y pedir a Dios que aumente nuestra caridad.
Pero, ¿Qué hacer cuando el
amigo nos falla?
Recordar que nosotros somos
pecadores, necesitados de Redención y que Cristo también conoció la traición
del amigo.
¿Dónde encontrar consuelo?
En la Oración, la Eucaristía,
la lectura de la Santa Biblia.
¿En qué Citas Bíblicas hallar
luz?
Aquí les propongo cinco:
Salmo 41, 9: “Aún
mi mejor amigo, en quien yo confiaba, el que comía conmigo se ha vuelto contra
mí” Acaso esto no fue lo que hizo Judas con Cristo; y si a él, que era Dios le
traicionaron, que no harán con nosotros. No debería asombrarnos algo así.
Salmo 41, 12: En
este versículo se le pide al Señor que nos tome en sus manos y que nos guarde
en su presencia. Esa es la actitud de oración y abandono en Dios que debemos
asumir.
Luc. 17, 3-4: El
Señor Jesús nos habla de la misericordia y la disposición de perdón hacia el
hermano. “Si tu hermano peca, repréndelo; pero si cambia de actitud, perdónalo.
Aunque peque contra ti siete veces en un día, si siete veces viene a decirte: “No
lo volveré a hacer”, debes perdonarlo”
Rom. 12, 14- 17; 19, 21: San Pablo nos invita a bendecir a quienes nos
maldicen, a vivir en armonía, a no vengarnos de nadie que nos haya hecho un
daño, como forma de vivir la vida nueva en Cristo Jesús.
2 Tim. 4, 16-18: Aquí San Pablo relata como sus compañeros de Fe, lo abandonaron en el
momento decisivo, cuando tuvo que defenderse ante las autoridades. “Nadie me
ayudó” dice, “todos me abandonaron” ¿Doloroso, no? Pero, aun así vemos como pide
a Dios que no les tome en cuenta ese pecado. ¡Extraordinario!, ¡Edificante! Y
dando muestras de una Fe gigante, invoca la ayuda de Dios. Testimonia, que fue
él, quien le dio fuerzas para predicar la Salvación; y termina glorificando a
Dios.
Cuando el amigo te falla:
Aférrate al gran amigo, Cristo Jesús. Refúgiate en la Oración, en la Eucaristía
y en la lectura de la Santa Biblia. Perdona. Ora por quien te ha fallado.
Glorifica al Señor. Y sigue adelante. Que Cristo es tu meta. El Señor tenga
piedad de quien te hizo daño. Dios permita que vuelvan a ser amigos. “Para Dios
no hay imposibles”
Si te gustó el artículo, compártelo por facebook y twitter.
Espero tus comentarios y sugerencias.
gracias (:
ResponderEliminarestaba muy angustiada,muchas gracias me ha servido mucho esta publicación ^^
bendiciones, estoy visitando su blog, desde mi blog www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
ResponderEliminargracias estuve muy triste y deprimida me he dado una reflexion esta publicacion
ResponderEliminarAsi es Amen *-*
ResponderEliminar