martes, 20 de diciembre de 2011

Preparándonos para Navidad




Arbolito, Pesebre, Decoración, Comidas, Vestidos, Bebidas, Compras, Stress, Ajetreo...

Todo esto trae los días previos a la Navidad.

¿Preparar una buena fiesta es malo?

De ninguna manera, pero conviene tomar conciencia de lo que celebramos, del por qué de todo esto.

Celebraremos el Nacimiento de Jesucristo, Nuestro Señor, Nuestro Redentor.

Sí, el mismo niño que tuvo que nacer en un establo de animales porque no consiguió posada en ningún lugar, viene a nacer ahora en nuestros corazones.

Por esto, tenemos que preparar un lugar para recibirlo.

Es preciso, pues, abrir las puertas al redentor, las puertas de nuestro corazón.

Inútil será que venga, si nosotros permanecemos indiferentes o de espaldas a tal acontecimiento.

Ciertamentre el puede entrar a tu corazón en cada momento del año o de tu vida. Pero en estos días como que estamos más dispuestos a recibirlo. No dejemos pasar esta oportunidad.

Está llamando a nuestra puerta. ¿Lo dejaremos entrar? o ¿Le negaremos la estadía?

No perdamos esta ocasión que tenemos para aceptar al niño Jesús en nuestra vida.

Viene para darnos vida y vida en abundancia.

Viene para darnos su  Reino de Paz y Justicia.

Para dar la libertad a los cautivos, la salud a los enfermos, la  vista a los ciegos...

Vino y viene para tu redención y la de todos los hombres.

Para tí que lees es este anuncio.

Recuerda a tu Señor, recíbelo y comienza una nueva historia con Él.

Y festeja sanamente, con los tuyos este encuentro con tu Dios.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

¿Cómo convertir el éxito o el fracaso en felicidad?


  

El éxito y el fracaso son caras de la misma moneda. Son facetas de la vida que hay que enfrentar contínuamente.
Si queremos vivir a plenitud debemos transitar por ambas rutas.

Imposible tener sólo éxitos o sólo fracasos.

Entonces, ¿Cómo capitalizar estas experiencias para que sean fuentes de felicidad?

No hay otra forma sino asumiendo que forman parte de la vida, que todos debemos experimentarlas y que debemos aprender de ellas.

¿Aprender de ellas?

Sí, sacar experiencias positivas, de ellas; meditar sobre lo que nos aconteció en cada una.

¿Qué hacer cuando es una experiencia exitosa?

  • En primer lugar, nunca creernos muy superiores, en períodos de triunfos, la vida va y viene.
  • En medio de la alegría, saber agradecer a Dios.
  • No pensar que todo se debe sólo a nuestro esfuerzo, también Dios nos ha bendecido.
  • No creer que el éxito sólo consiste en ganar mucho dinero o tener mucho poder, podrías quedarte vacío, sólo Dios llena el vacío del hombre.

¿Cómo agradezco a Dios?

Habla con Él, tus palabras sinceras son la mejor oración.Si además quieres agregar algo más, te sugiero el Salmo 100, es un salmo de alabanza que nos invita a cantar a Dios con alegría, a ir a Él con júbilo, a reconocer que es Dios y que nos hizo, a darle gracias, a alabar y bendecir su nombre, sencillamente porque es bueno y su misericordia es eterna.

Quien vive en esa atmósfera de alabanza ya es feliz y exitoso, pues en la alabanza de su pueblo, habita Dios.

¿Qué hacer cuando llega el fracaso?

  • Cuando llega el fracaso, no encerrarse en el propio dolor; por el contrario, si es necesario buscar ayuda.
  • Aprender de la experia negativa.
  • Observar con detenimiento las causas de nuestro fracaso para poder observar nuestras debilidades; pero también nuestras fortalezas.
  • Ver cuantas oportunidades nuevas podemos sacar del supuesto fracaso.
  • No culpar a Dios de nuestros reveses.
Si mantenernos nuestra fe en Dios a pesar de los altibajos de la vida, podemos estar en felicidad. Si hacemos nuestra la máxima bíblica de que nada nos puede separar del amor de Dios (Rm. 8, 38), obtendremos la total felicidad. Te recomiendo que leas todo el Capítulo 8 de la Carta de San Pablo a los Romanos.

¿Cómo puede sentirse derrotado quién se sabe amado por Dios Todopoderoso?

¿Cómo puede sentirse infeliz, quién sabe que Dios permanece fiel a su amor por él?

"¡Nada podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús Nuestro Señor!" (Rm. 8, 39)

jueves, 8 de diciembre de 2011

La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María




Hoy, 8 de Diciembre, se celebra en la Iglesia Católica la Solemnidad de la Inmaculada Concepción. Este Dogma de Fe pone de manifiesto la plenitud de la gracia con la cual Dios ha favorecido a la Virgen María, para que ella pudiera ser una digna madre para Jesucristo.

El Angel Gabriel saludó a María con estas palabras: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo" (Lc. 1,28)

Estaba llena de la gracia de Dios, pues estaba libre de pecado.

En un trato extraordinario, Dios la preserva del pecado, para que pudiera así cumplir su gran misión de ser la madre del Mesías, del Salvador del mundo.

"Concebirás y darás a luz un hijo, a quien llamarás Jesús. Será grande, llevará el título de Hijo del Altísimo" (Lc 1,31)

María, la Madre del Señor, la Madre de la Iglesia, la "sierva del Señor", fue verdadera discípula de Cristo por cuanto en ella se cumplen tres condiciones:

  • Escucha la Buena Noticia que viene de parte de Dios.
  • Retiene la Buena Noticia como un Tesoro precioso.
  • Lleva a la práctica la Palabra de Dios.
Ella escuchó lo que el mensajero de Dios venía a comunicarle. Aceptó con sencillez y humildad su  Palabra.

Obedeció a Dios y se proclamó sierva suya. Isabel le dijo que era bienaventurada por haber creído en la promesa.

Mientras todo se cumplía tal como lo había prometido el Señor, ella "meditaba todo en  su corazón"

Ella cumplió en su vida, lo que había proclamado con sus labios. "He aquí la esclava del Señor, Hágase en mí según su  palabra"   (Lc. 1,38)

Razones todas para tener a María como Modelo de Vida.

Muchas más cosas se pueden decir de Nuestra Madre Santísima, las dejaré para una próxima entrega.

Que Dios les Bendiga abundantemente.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Juan Pablo II, modelo de sufrimiento cristiano

Juan Pablo II, modelo de sufrimiento Cristiano, así lo afirmó el Papa Benedicto XVI, quien recordo su "lento calvario", y aseguró "que hizo de su enfermedad una concreta participación en el Camino de Cristo hacia el calvario"

Esto lo dijo en el Pontificio Consejo para la Pastoral de la salud y fue publicado por aciprensa


Realmente su vida es un ejemplo para todos cuantos anhelamos encontrarnos con Cristo y para quienes  pensamos que el sufrimiento no nos aleja de Dios; sino que muy por el contrario nos une en profundidad al misterio redentor de Cristo. 


Al Beato Juan Pablo II se le pueden aplicar las palabras del Apóstol San Pablo: "Completo en mi carne lo que falta a la pasión de Cristo, en favor de su cuerpo que es la Iglesia" (Col. 1, 24)

El sufrimiento puede hacernos crecer como seres humanos, nos puede llegar a unir al  sufrimiento redentor de Cristo, incluso puede darnos un sentido a nuestra vida, todo depende de nosotros mismos, de nuestra actitud, del grado de amor que sintamos hacia Dios.

Juan Pablo II vivió a plenitud ese amor, esa entrega, ese vivir para servir a los demás. Se olvidó de sí mismo, de su dolor, de su sufrimiento y se entregó al servicio de Cristo, de su Iglesia y de toda la humanidad sufrida.

Fuimos testigos presenciales de la forma como ese gigante de la Fe, recorrió el mundo e influyó sobre él.

Yo misma pertenezco a la generación de jóvenes que fuimos impactados por su predicación y su vida.

Hoy, ya en mi madurez, no puedo menos que declarar que mi hermano en la fe, Juan Pablo II, fue un instrumento maravilloso en las manos de Dios para que muchos volviéramos a los caminos del Señor.

Amigo o amiga si eres de aquellos jóvenes motivados por el Beato Juan Pablo, deja tu testimonio, fuimos testigos de excepción.

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Hasta pronto.